El mundo sigue practicando el distanciamiento social y la educación evoluciona con muchos retos por delante:
- Millones de NIÑOS Y ADOLESCENTES han migrado “sin anestesia” a la educación on-line, viviendo un cambio repentino en la experiencia educativa:
La videoconferencia reemplaza el aprendizaje dinámico en persona.
La “fatiga del zoom” y la poca interacción one-to-one desorientan y limitan la comprensión de la información.
Los educadores buscan formas de motivar y mantener el “engagement” o involucramiento con sus alumnos.
Los padres nos apropiamos de la educación sin mayores herramientas.
- Los JÓVENES desconfían del sistema de educación tradicional. Casi un 50% quiere abandonar sus estudios formales. Elevan sus críticas:
Burocracias y altos costos que durante la pandemia se han puesto en evidencia.
Poca capacidad para adaptarse “en tiempo real” a las necesidades del mercado.
Programas que adolecen de formación práctica (la Universidad de Stanford habla de "brecha de oportunidades”: no por el rendimiento académico, sino por la falta de exposición al mercado de los estudiantes). Surgen iniciativas como Nepris, una startup educativa que conecta virtualmente a educadores y estudiantes con profesionales de la industria. Estos últimos responden directamente a preguntas como ¿Por qué debería aprender esto?" o "¿Cuándo usaré esto en la vida real?”
- Por otro lado, los ADULTOS necesitan estar en permanente formación y buscan adquirir nuevas habilidades en un contexto económico dinámico y cambiante. La educación nunca se detiene y las plataformas de elearning y upskilling tiene más demanda que nunca. En este nicho, estamos viendo un boom de eventos y aceleradores virtuales.
Las plataformas de eventos online han ido reconstruyendo un nuevo tipo de aula para emprendedores y profesionales con una fracción del costo, conflictos logísticos mínimos, y el formato “plug-and-play” para estudiantes nacionales e internacionales.
Es así como muchas organizaciones han podido cerrar la brecha de la educación virtual al ofrecer la capacidad de conectar en redes sociales y colaborar entre sí, con una mejor aptitud para el aprendizaje.
Cuando los instructores van más allá de las sesiones estándar de videoconferencia, y brindan la posibilidad de participar y formar grupos durante sus sesiones, la satisfacción de los estudiantes aumenta en más del 50%.
¿Qué buscan los estudiantes en estos “aceleradores virtuales”?
Interactividad y participación online
Colaboración y networking con profesionales y otros estudiantes
Tutorías de alto involucramiento y seguimiento
Curaduría de contenidos de altísima calidad (para todo lo demás “google it”)
Costoeficiencia: economía del tiempo y de dinero
Pero quedan oportunidades de mejora:
Ferias de recursos
Integración global con otros instructores
Estrategias y capacidades pedagógicas (habilidad para transmitir el conocimiento, inspirar y moverle el piso a la gente) sin sentir que es un MERO NEGOCIO
Mejores vías de networking
Seguimiento de participantes
Criterio y diferenciación de contenidos
Optimización de las presentaciones
Identificación y conversión de estudiantes de bajo compromiso
Seguimos…